domingo, 29 de abril de 2012

Las primeras rampas del 10%


Tras tomar algo con azúcar e hidratarnos emprendemos la subida de nuevo, de forma silenciosa, sin comentarios, sin bromas, solo se oye el resoplar y el constante zumbido de los coches.


Pasado la rampa del 10 % del Ventorrillo nos enfrentamos a las últimos 4 km de subida, los más duros. La bici se atasca y se pega al suelo como si las cubiertas fueran de pegamento, la velocidad es baja, el pedaleo lento y a golpe de riñón busca algo de impulso.


Se intenta que la respiración sea constante, a ritmo y lo más cómoda posible para aguantar el máximo de tiempo y no venirse abajo. Tu mente se divide en dos y empieza una dura lucha entre tu yo bueno y tu yo malo. El que te dice, “Venga una paradita, un descansito, que no pasa nada” y el que te dice “Vamos hombre, ánimo que tu puedes, que esto está chupado, que ya vemos la cima!!!”


El cuerpo se estremece. Una fina lluvia empieza a tomar protagonismo, pero la cual casi se agradece. Viene bien para refrigerar un poco la cara.


Levantándote sobre la bici y aprovechando el peso de tu propio cuerpo vas clavando un pedal, luego el otro, luego el otro,... tiras del manillar con todas tus fuerzas y balanceas la bici buscando algo de ayuda. Las rampas se resisten pero ya puedes visualizar la Fuente de los Geólogos, parada obligatoria para afrontar el último kilómetro, el más duro, el gran reto. Las rampas del 10 %.


Cuatro de los cinco nos reagrupamos y dándonos ánimos mutuamente decidimos continuar ya que corremos el riesgo de quedarnos fríos esperando al quinto. Ya nos vemos todos en la cima y nos esperamos tomando algo caliente.







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