10.30 de la mañana, nos encontramos al lado de la estación
de Cercanías de Collado Villalba. El cielo amenaza con nueves negras y
estremece a cualquiera que sale a la calle.
Eduardo y Jerónimo preparan las bicis y las ponen a apunto para
el gran reto a medida que los pocos participantes van apareciendo.
De los cientos de ciclistas urbanos convocados, solo 5
fueron los valientes, los mejores y los más bravos.
El proyecto se las trae y por esa razón entendemos el miedo
que ha generado entre el mundillo, pero solo unos pocos, unos visionarios lo
ven posible.
Muchas han sido las tardes, desde que se nos planteo el
tema de subir al Puerto de Navacerrada con una fixie, que hemos estado pensando
sobre qué desarrollo ponerle a la bici, llegando a la conclusión de utilizar el
mismo que realmente usamos parta movernos en la ciudad.
Sobre nuestras bicis Orbea Dude hicimos algunas adaptaciones
sobre la original, le cambiamos el manillar a uno de cuernos con el fin de
poder tirar con rabia de el y afrontar las duras y constantes rampas del 10 %.
De la misma forma cambiamos los tradicionales rastrales por pedales
automáticos.
Otros compañeros de aventura, sin menospreciarlo, adaptaron sus platos para tal hazaña aunque eso no quito merito al sufrimiento padecido.
Detalles de alguna de las bicis. Precioso freno de pinza dorado en esta bici de Acero Recicling
Campeones, coño.
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